martes, 26 de octubre de 2010

como reacciona el cuerpo cuando se enamora

La verdad de todo esto, es que cada una de estas dos opiniones, posee su propia razón. Sin embargo ambas desconocen el origen real de las sensaciones, de las percepciones,  de la atención y la memoria humana, y tambien de eso que llamamos: “enamoramiento” ¿o sí lo saben?, a ver… vayamos por favor a la parte medular de este asunto.
En primer lugar, coloquémonos en un estado anímico desde donde podamos ver a nuestro mundo, como un abanico de infinitas posibilidades. No limitarnos solamente a ver todo aquello que “parece ser real”, sino atrevernos a ir más allá de todo lo que para nosotros parece ser tan real, para subir a otro estrato mental, y aprender a mirar hacia todo lo que puede llegar a ser posible, e incluso, hasta llegar a acariciar la esperanza de que obre en nosotros la magia de la fe, ¿por qué no?
Científicamente está demostrado que el cerebro humano está dividido en departamentos, cuadros o partes importantes que cumplen sabiamente cada una su función. Cada área se encarga de producir sustancias y estas sustancias químicas llamadas:  “Péptidos” son las estructuras de toda proteína y aminoácidos termoeléctricos enlazados, en las redes neuronales, formando tormentas eléctricas sinápticas en el cerebro, al generar las emociones y las adicciones. Hay sustancias que producen risa, otras que producen odio, rencor, curiosidad, tristeza, o alegría, ganas de bailar, de brincar, de cantar, y hasta de tener sexo. Pero hay sustancias que te hacen ver o creer lo que no es, de allí que nacen las tantas apariencias que te confunden los pensamientos y te enredan los sentimientos.
No sé si alguna vez ustedes han confundido el amor con la pasión, a muchas mujeres nos ha sucedido, y también les pasa a los hombres, que llevados por una emoción pasajera, donde ponen el ojo, ponen la bala (como dice un dicho cierto), algunos son enamoradizos, (respetando las excepciones) son mujeriegos, vulgares, prosaicos, casanovas y donjuanes, creen estar enamorados de dos o más mujeres al mismo tiempo, cuando lo único que está sucediendo en su organismo, es que su sistema hormonal adictivo les pide más sexo, y una vez que ha pasado el “arrebato de la calentura”, se les acabó “el amor”… ¡No había tal!
Entonces esa es la razón del porqué a veces las parejas se casan creyendo estar “muy enamoradas” y al poco tiempo ya están peleando, ya están agrediéndose, odiándose y separándose. Pero si la gente supiera cómo funcionan los complejos mecanismos de su cerebro, también sabría el por qué se toman las decisiones… sean estas buenas o malas, a nadie le gusta tomar decisiones malas ¿verdad? Y mucho menos que te digan: “Te amo con todo mi hipotálamo”, o “Te necesito amor, con toda mi corteza cerebral”, o “Te quiero con todo el hemisferio derecho de mi cerebro”, ¡Uf…qué estupidez! terminaríamos dando de cachetadas ¿cierto?
Pero reflexionar en todo esto es lo importante: ¿Cómo aceptamos o negamos la realidad que vemos y de lo que tenemos: Salud, dinero, amor, y cómo lo afectamos o lo beneficiamos? ¿Qué disponibilidad tiene mi mente para confiar en la intangibilidad? ¿Cuáles son los resultados de mi creación, ahora que sé, que las emociones son sólo sustancias químicas neuronales producidas por el cerebro, y que hay una sustancia química para cada emoción? Porque lo grandioso no es saber que tienes una mente, sino descubrir qué cosas puedes hacer con tu mente, para despertar conciencia hacia las cosas que te rodean y puedas tener otra visión de tu entorno y una nueva perspectiva de vida.
Ya para finalizar, sólo me resta decir amigas queridas que Dios es más grande que la más grande debilidad humana y que SÍ SE PUEDE CAMBIAR… pero esto que os digo, no es para aceptarlo o rechazarlo categóricamente, sino para experimentarlo y asumirlo como una verdad y una responsabilidad muy personal. ¡Es noble conocer la belleza y los ideales del alma! ¿Pero te has preguntado a qué, o a quién eres adicta?

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